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viernes, 24 de mayo de 2013

LEY DE TIERRAS: LA GRAN PRUEBA PARA LOS MONTES DE MARÍA


Muchas de las tierras y propiedades que los desplazados dejaron atrás en Montes de María ahora aparecen registradas a nombre de otros. El panorama nacional y regional de las modalidades de despojo a través de las cuales actores legales e ilegales se están quedando con tierras de campesinos es infinito.
Montes de María
La región de los Montes de María, conformada por 15 municipios pertenecientes a los departamentos de Bolívar y Sucre en la región Caribe colombiana, ha sido escenario desde hace más de 40 años de luchas por la posesión de la tierra entre millares de campesinos y sus familias humildes y los grandes terratenientes, grupos armados al margen de la ley (guerrilleros y paramilitares), enérgicos y poderosos empresarios y narcotraficantes.
 
Por tratarse de una región estratégica como corredor para el tráfico de armas y drogas ha hecho que esta confrontación no sea gratuita, así también como el tema de la minería, que hace que Montes de María sea un lugar atractivo para que muchas personas y empresas quieran apoderarse de las tierras, lamentablemente a cualquier costo.

“Me vende o…”
Esta frase se ha convertido en uno de los instrumentos para la apropiación ilegal de tierras en Montes de María y Colombia.
Como esta amenaza, que en algunos casos se han convertido en realidad, muchos campesinos han sido obligados a entregar sus tierras por algunos pesos, que en ocasiones no alcanzan a recibir.

Durante los últimos 10 años los campesinos montemarianos han sufrido una especie de “combinación” de tres mecanismos siniestros por parte de quienes quieren apoderarse ilegalmente de sus tierras.

El funcionamiento de esta “maquinaria criminal” que según investigaciones realizadas por las autoridades primero se dedicó a cometer múltiples masacres que dejaron centenares de muertos y miles de familias desplazadas; segundo se habría dedicado a comprar a muy bajo precio las tierras abandonadas por los campesinos tras las matanzas y por último (tercero) se está investigando el grado de sofisticación de esta “maquinaria”, que por medio de fiducias legalizaron las propiedades adquiridas con métodos muy cuestionables.

En Montes de María se perpetraron alrededor de 50 masacres entre 1996 y 2005, que dejaron por lo menos 332 personas asesinadas. Paralelamente estas matanzas obligaron el desplazamiento forzado de más de 143 mil campesinos, que después de abandonar sus tierras huyeron y entraron a hacer parte del cordón de miseria en las grandes ciudades: Cartagena, Barranquilla, Sincelejo y hasta Bogotá.
 
Después de esta etapa de terror y dolor, muchas personas y familias adineradas decidieron comprar a precios bajos estos terrenos despojados por los grupos armados ilegales, incluso a pesar de que muchas propiedades contaban con medidas cautelares que prohibían su venta por tratarse de tierras entregadas en los años 60 y 70 por el antiguo Incora.



El Orden Público, fundamento para la aplicación de la Ley de Tierras.

Muchos campesinos reclamantes de tierras en Montes de María han sido amenazados y asesinados por manos oscuras que quieren impedir el retorno de las familias campesinas a sus territorios.

Según la Oficina de Prensa de la Presidencia de la República, el Gobierno Nacional está ofreciendo millonarias recompensas para capturar a quienes amenazan a estos reclamantes.

Día a día el campesino montemariano hace sus 
labores de campo.
Santos indicó que ofrecer esas recompensas fue una medida adoptada en el Consejo de Seguridad que realizó con autoridades locales y los altos mandos en Montería, capital del departamento de Córdoba.

El mandatario también aseguró que las autoridades ya tienen identificado de dónde provienen las amenazas, explicando que algunas vienen de sectores de la izquierda que temen perder sus banderas; otras de aliados de los antiguos paramilitares y un tercer grupo de personas que dicen ser las dueñas de los terrenos que se han reclamado.



Acciones que se están dando
Poco a poco las instituciones del Estado han venido adelantando acciones con el fin de mitigar un poco todo el sufrimiento que han padecido las comunidades campesinas despojadas y desplazadas en los Montes de María. Es así como el 14 de junio de 2012 se registró la firma del Contrato de Operación y Funcionamiento entre el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y 63 familias beneficiarias, lo cual permitirá la entrega de $1.454.230.000 a la población desplazada del corregimiento de El Salado en el municipio de El Carmen de Bolívar.

Con la firma del Contrato de Operación y Funcionamiento, la población de El Salado podrá adelantar la siembra de cacao, plátano, melón, tabaco, maíz, ñame y yuca.
Los recursos entregados provienen de la articulación interinstitucional entre el INCODER, la OIM y el Departamento para la Prosperidad Social (DPS).

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